El Romanticismo surge a principios del siglo XIX, encabezado principalmente por Goya, Delacroix, Friedrich y Géricault.
Este movimiento tiene una reacción contra el espíritu racional e hipercrítico de la Ilustración y el clasicismo. A demás, favorece a la supremacía, la tendencia nacionalista, el liberalismo, la originalidad y creatividad frente a la tradicional y la imitación.
La temática del Romanticismo se basa en paisajes, animales salvajes y domésticos; en la pintura costumbrista, la magia y la superstición. La figura pretende ser realista, no evitan mostrar el sufrimiento, la deformidad ni la muerte.
Y por último, predomino el óleo, se desarrolló la acuarela, el dibujo y el grabado.
Imagen elegida: La balsa de la medusa.
Al seleccionar esa tragedia como el tema de su primer trabajo importante Géricault conscientemente seleccionó un incidente muy conocido que pudiera generar un gran interés público y al mismo tiempo que pudiera ayudarlo a comenzar su carrera. El evento en sí fascinó al artista, y antes de comenzar a trabajar en la pintura final, emprendió una investigación intensa y produjo muchos bocetos preparativos. Entrevistó a dos de los supervivientes, y construyó un modelo detallado a escala de la balsa. Su empeño le llevó a ir a morgues y hospitales donde pudiera ver de primera mano el color y la textura de la carne de las personas agonizantes y de las que estaban muertas. Como el artista había anticipado, la pintura probó ser altamente polémica en su primera exhibición en el Salón de París de 1819, atrayendo elogios apasionados y condenas por igual. No obstante, esto estableció su reputación internacional.
Aunque La Balsa de la Medusa mantiene elementos de las tradiciones de la pintura histórica, tanto la elección del tema de la pintura como su dramática presentación, representan un rompimiento con respecto a la calma y orden de la escuela neoclasicista entonces prevalente. El trabajo de Géricault atrajo la atención casi de inmediato a partir de su primera muestra, y a la subsiguiente exhibición en Londres. Fue adquirida por el Louvre poco tiempo después de la muerte prematura del artista a los 32 años de edad. La influencia de la pintura puede ser vista en los trabajos de Eugène Delacroix, J. M. W. Turner, Gustave Courbet y Édouard Manet.
Vale aclarar que la pintura no tiene simetría, sino que presenta más bien un desorden intencionado acorde con el tema representado.
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